EL PODER DE LAS MAQUINAS

Vaya viciada que llevo con el Need For Speed Most Wanted. Hay muy pocos juegos de la PS2 que me han enganchado de tal manera. El primero y con el que me pasé horas y horas y horas y horas y horas y horas jugando fue el GTA San Andreas, allá por las navidades del 2004-05. Una año después (sin tocar el mando), me volví a enganchar al GUN. Este me último me lo pasé bastante rápido y ya pensaba que no volvería a viciarme hasta el año que viene, pero no fue así. Me grabé el NFSMW y unos días que pasé en Canfranc más solo que Marco en el día del padre, me volví a enganchar a la máquina infernal. En este caso, llegúe a tener pesadillas por la noche, soñando que estrellaba mi Porsche Cayman S contra los guarda railes a más de 250 km/h. Y lo mejor es que todavía no lo he acabado, de hecho, en cuanto acabe de colgar esto, me piro al salón a viciarme hasta que el dedo gordo de la mano derecha eche humo de tanto apretar la X para acelerar.

Bola